miércoles, 30 de diciembre de 2015

EJERCICIOS TERAPIA MOVIMIENTOS RÍTMICOS (TMR)


¿En qué casos se aplica esta terapia?
Dislexia y dificultades de aprendizaje.
Hiperactividad.
Problemas de lateralidad y movimientos cruzados.
Problemas de atención y concentración.
Problemas de comportamiento, muy introvertido y tímido o agresivo.
Palabras entrecortadas, lenguaje pobre y tardío.
Malas posturas.
Pobre coordinación mano-ojo.
Poco equilibrio.
Pobre coordinación.
Malas posturas a la hora de escribir.
Enuresis, y problemas para controlar esfínteres.
Problemas para aprender a dar la voltereta, saltar a la pata coja o montar en bicicleta.
Mareo por movimiento.
Hipersensibilidad a la luz, al tacto, a los estímulos visuales o kinestésicos.
Mala letra.
Se distraen fácilmente.
Impulsividad.
Problemas de organización.
Todos éstos son posibles síntomas de reflejos primitivos no integrados.

¿Qué son los reflejos primitivos?
Al principio el bebé vive en un medio acuoso, dentro del útero materno, donde se desarrolla y después debe comenzar a vivir por sí mismo.
Para sobrevivir, el bebé viene dotado de unos movimientos automáticos dirigidos desde el tronco encefálico que son los reflejos primitivos.
Estos movimientos automáticos le permiten al bebé ayudar a descender por el canal del parto, o succionar por ejemplo.
No obstante estos reflejos deben tener una vida limitada y dar paso a los reflejos posturales controlados desde partes superiores del cerebro; lo que permite el desarrollo neurológico del bebé.
Si estos reflejos permanecen activos habrá una debilidad o inmadurez cerebral, y afectaran no solo a sus habilidades motoras gruesas o finas sino también a la percepción sensorial y cognitiva.
La integración de un reflejo supone la adquisición de una nueva habilidad.
Por el contrario, cuando un proceso concreto no se hace de forma automática, requiere del niño un esfuerzo continuo y consciente, lo que lleva a un agotamiento prematuro.
Si detectamos un reflejo que no está integrado nos puede dar pistas sobre la causa del problema del niño.
Si hay varios reflejos-no-integrados posiblemente estaríamos ante un retraso en el desarrollo neurológico. En este caso, crearemos un programa de ejercicios personalizado para conseguir integrar estos reflejos primitivos no inhibidos y obtener resultados a nivel motor, académico, coordinación mano-ojo e incluso emocional.

Terapia de Movimiento Rítmico (TMR)
La terapia de movimiento rítmico son unos ejercicios basados en los movimientos que hacen los bebes desde que nacen. Kerstin Linde, es una terapeuta corporal autodidacta fotógrafa de profesión que observó los movimientos que hacían los bebes y según ello desarrollo una serie de ejercicios rítmicos, con el fin de conseguir el desarrollo  neurológico y motor y la estimulación que los bebes consiguen a través de dichos movimientos.
El Dr. Harald Blomberg al tener conocimiento de que  tenía éxito con niños y adultos con discapacidades neurológicas severas decidió conocerla y tratarse. Sus resultados fueron muy buenos a si que permaneció junto a ella en la consulta observando y aprendiendo su metodología de trabajo. Fruto de este trabajo el Dr. Harald Blomberg escribió el libro: “ Helande Liv. Cuoiditas discendi, AB 1998”, que actualmente solo se puede leer en sueco.
El cerebro de los bebes es inmaduro y es la parte del tronco encefálico, la que se encarga de las funciones mas básicas, la que funciona correctamente mientras el resto de las partes del cerebro trabajan solo en una mínima proporción. Cada minuto en la vida de un recién nacido se generan 4´7 millones de conexiones nuevas.  Este proceso se da gracias a la estimulación que el bebe recibe a través de los diferentes sentidos, auditivo, táctil, kinestésico, visual,…siendo cogido, mecido, tocado… pero también a través de los movimientos que el espontáneamente hace.
Tales movimientos se hacen en un cierto orden, de acuerdo a un programa innato. Así el bebe levantará su cabeza, el pecho, reptara, gateará….Es importante que el bebe pase por todas las fases del desarrollo pues sino habrá una inmadurez neurológica, habrá una parte del cerebro que no se habrá desarrollado adecuadamente o que no ha recibido la suficiente estimulación.
La TMR se basa en unos ejercicios rítmicos y suaves que se hacen tanto de forma activa como pasiva y que consiguen mejorar el tono muscular o relajar las tensiones y espasticidades. Los movimientos rítmicos del bebe hacen que las diferentes partes del cerebro se conecten consiguiendo así una madurez cerebral. Con los ejercicios hay una estimulación vestibular  que incrementa el tono de los músculos extensores lo que propicia que el bebe aumente el tono muscular y pueda levantar la cabeza y su tronco por ejemplo.  
Esta terapia por si sola consigue la integración de los reflejos pero podemos conseguir la integración de los mismos de una manera más rápida trabajando con ejercicios isométricos. Es interesante poder trabajar estos ejercicios con los bebes pues así haremos una labor preventiva, y ayudaremos al bebe en su desarrollo neurológico y motor.
Objetivo: Mejorar el tono muscular o relajar las tensiones y espasticidades. Conseguir en el paciente el desarrollo neurológico y motor y la estimulación que los bebés consiguen a través de dichos movimientos.

Integración de Reflejos Primitivos
El Instituto de Neurología de Estados Unidos y de Suecia mantienen que los patrones de movimiento especifico ejecutados por los seres humanos durante los primeros meses de vida contienen en sí mismo un efecto inhibidor natural de los reflejos primitivos. Si estos movimientos no se han hecho (o no se han hecho lo suficiente) los reflejos primitivos permanecerán activos. Pero podemos darle una segunda oportunidad al cerebro a través de la practica de un programa de ejercicios personalizados.
La TMR, por sí sola, consigue la integración de los reflejos primitivos.
También podemos conseguir la integración de los reflejos primitivos, de una manera más rápida trabajando con ejercicios isométricos.

Objetivo:
Prevención: Es interesante poder trabajar estos ejercicios con los bebes pues así haremos una labor preventiva, y ayudaremos al bebe en su desarrollo neurológico y motor.
Terapia: Una segunda oportunidad al cerebro... Integrar los reflejos primitivos que permanecen activos en algunos niños y obtener resultados a nivel motor, académico, coordinación mano-ojo, e incluso emocional.
Aplicar de 10 a 15 minutos diarios. No hacerlos más tiempo ya que es un gran estimulación para nuestro cerebro.




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