viernes, 20 de marzo de 2015

LOS ESTUDIOS PRUEBAN SIN DUDA, QUE LOS NIÑOS NO VACUNADOS SON MUCHO MÁS SALUDABLES QUE SUS PARES VACUNADOS

ESCRITO POR ARGENTINA SIN VACUNAS
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Por Christina England – Vactruth. 
Un estudio de la década de 1990 ha salido a la luz, lo que demuestra que en comparación con los niños no vacunados, los niños vacunados tenían más probabilidades de sufrir de asma, eczema, infecciones del oído, la hiperactividad y muchas otras enfermedades crónicas.  Además, el estudio identificó que hubo un aumento de diez veces en la incidencia de amigdalitis en los niños que fueron vacunados, y un total de operaciones de la falta amigdalectomía entre los niños que no estaban vacunados.
En 1992, la Sociedad de la Concientización sobre la Inmunización (IAS) realizó un estudio para examinar la salud de los niños de Nueva Zelanda. Como era de esperar, los resultados de su estudio indican que los niños no vacunados eran mucho más saludables que los niños vacunados.
Los cuestionarios se aplicaron a los miembros de la NIC, sus amigos y sus socios piden diversas cuestiones de salud. Un total de 245 familias retornaron a sus cuestionarios, dando a los investigadores un total de 495 niños encuestados. De esos niños, 226 fueron vacunados y 269 no estaban vacunados.
Niños sanos y Ética
Las edades de los niños oscilaban entre las edades de dos semanas – 46 años (obviamente algunos amigos eran mayores con niños mayores). De los niños estudiados, 273 eran hombres y 216 eran mujeres. (Seis niños fueron sin clasificar.)
Sue Claridge, que informó sobre el estudio, escribió:
“Se pidió a los entrevistados que facilitaran el año de nacimiento, el género, las vacunas recibidas, si el niño sufría de una serie de condiciones crónicas (asma, eczema, infecciones del oído/otitis, amigdalitis recurrente, la hiperactividad, la diabetes o la epilepsia) o no él o ella necesita ojales, había tenido una amigdalectomía, o se muestra el desarrollo de habilidades motoras (caminar, gatear, sentarse, pararse, etc.) Los padres también proporcionaron información sobre la alimentación de la lactancia materna y del biberón y cuando un niño fue destetado si son amamantados”.
Durante el estudio, surgió otro hecho interesante. Los investigadores descubrieron que el 92 por ciento de los niños que requieren una operación de amigdalectomía había recibido la vacuna contra el sarampión, lo que indica que la vacunación contra el sarampión puede haber hecho que algunos de los niños más susceptibles a la amigdalitis.
El estudio también reveló que 81 de las familias tenían niños tanto vacunados y no vacunados. Muchas de estas familias habían vacunado a sus hijos mayores, pero se había vuelto más reacios a vacunar a sus hijos más jóvenes, debido a su creciente preocupación por la seguridad de la vacuna.
Los investigadores llegaron a la conclusión de que:
“Si bien este fue un estudio muy limitado, sobre todo en términos de el número de niños no vacunados que fueron involucrados y la gama de condiciones crónicas investigadas, que proporciona una sólida evidencia científica en apoyo de una considerable evidencia anecdótica de que los niños no vacunados son más saludables que sus pares vacunados.”[1]
Aunque los gobiernos de todo el mundo han afirmado continuamente que el estudio de la vacuna frente a los niños no vacunados no sería ético, los investigadores de Nueva Zelanda no son el único grupo de investigadores para estudiar las comparaciones.
Niños Vacunados 5 veces más propensos a sufrir de una serie de enfermedades
En septiembre de 2011, los investigadores alemanes que llevan a cabo un estudio longitudinal encuestaron un total de 8.000 niños no vacunados de las edades de 0 -19. Al igual que en el estudio de Nueva Zelanda, los investigadores recolectaron los datos mediante la realización de una encuesta por medio de cuestionarios. [2]
Los resultados mostraron que los niños vacunados tienen hasta cinco veces más probabilidades de sufrir de una variedad de enfermedades y trastornos que los niños no vacunados.
Sus resultados se compararon con otro estudio realizado en Alemania (KiGGS), que examinó a un grupo de muestra más grande que consta de 17.461 participantes entre las edades de 0 -17.
Dr. Andreas Bachmair, un médico homeopático clásico alemán, responsable de la recogida de los resultados de la encuesta de la página web vaccineinjury.infodeclaró que:
“El asma, fiebre del heno y neurodermatitis se ven muy a menudo hoy en día. Un reciente estudio alemán con 17.461 niños de entre 0-17 años de edad (KIGGS) mostró que el 4,7% de estos niños sufren de asma, el 10,7% de estos niños de la fiebre del heno y el 13,2% de neurodermatitis. Estos números difieren en los países occidentales, es decir, la prevalencia de asma entre los niños en losEE.UU. es del 6%, mientras que es 14 a 16% en Australia (Salud de Australia 2004, AIHW).
La prevalencia de asma entre los niños vacunados en nuestro estudio es de alrededor de 2,5%, la fiebre del heno, el 3%, y la neurodermatitis, 7%. Según el estudio KIGGS más del 40% de los niños entre las edades de 3 y 17 años fueron sensibilizados contra al menos un alergeno probado (20 alérgenos comunes fueron probados) y el 22,9% tienen una enfermedad alérgica. Aunque no se realizó un análisis de sangre, alrededor de un 10% afirmó que sus hijos tenían una alergia “. [3]
(Como este estudio es un estudio longitudinal, el número de niños en estudio se ha elevado desde entonces a 13.222. Para participar en el estudio, se puede rellenar el cuestionario proporcionado por clic en el enlace que figura como tercera referencia al final de este artículo.)
Aunque hubo cuatro casos de autismo reportados en niños no vacunados, el Dr. Bachair informó que:
“De estos 4 niños se probó que tenían niveles muy elevados de metales (mercurio, aluminio, arsénico); en otro caso, la madre se puso a prueba y dio muy alta para el mercurio”.
Sin embargo, este número resulta ser insignificante cuando lo comparamos con los 1 de cada 88 niños que actualmente están siendo reportados como autistas por el CDC. [4]
Otras condiciones que sean casi inexistentes en no vacunados los niños
Dr. Andreas Bachmair continuó su informe afirmando que su estudio encontró que la prevalencia de la sinusitis, las verrugas, problemas de la piel y las infecciones del oído medio son también mucho más bajos en los niños no vacunados, así como los casos de diabetes y epilepsia.
Él continuó diciendo que los resultados demostraron que la prevalencia de muchas enfermedades en los niños no vacunados fueron también significativamente menor. Estos fueron:
Otros trastornos y enfermedades
Como se incluyeron preguntas abiertas en nuestra encuesta se evaluó la prevalencia (de los primeros 10.070 participantes) de algunos otros trastornos y enfermedades. Los niños no vacunados muestran muy bajas prevalencias de los siguientes trastornos:
• Dislexia: 0,21%
• Problemas de retraso de voz / de articulación: 0,38%
• Trastorno de Procesamiento Sensorial: 0,28%
• Ansiedad: 0,25%
• Depresión: 0,12%
• Mojar la cama: 0,12%
• La enfermedad celíaca: 0,12%
• La sensibilidad al gluten: 0,41%
• ERGE (enfermedad por reflujo gastroesofágico): 0,06% ”
Dr. Bachair concluyó su papel increíble e intuitiva mediante la adición de una serie de declaraciones de los padres, que creo que el peso se sumó a sus conclusiones generales.
Conclusión
Me parece increíble que a pesar de grandes medios de comunicación y las principales agencias gubernamentales subrayando repetidamente que los estudios que comparan los niños vacunados a los no vacunados no pueden llevarse a cabo por razones éticas, grupos de todo el mundo están tomando sobre sí mismos para hacer estos estudios de todos modos.
Si bien las encuestas de este tipo a menudo son despedidos como puramente epidemiológica y pasar como poco más que la filatelia, creo que los estudios de esta naturaleza no deben ser desestimadas de plano. Después de todo, muchas colecciones de sellos contienen sólo un sello que vale mucho más que su peso en oro.
Estos estudios muestran sin lugar a dudas de que los niños no vacunados son más saludables que sus pares vacunados y, por esta razón, estos estudios se debe dar una cuidadosa consideración de todos los padres y los profesionales que estudian la seguridad de la vacunación.
Lea el artículo original de Christina England en Vactruth.com
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