viernes, 6 de marzo de 2015

"Las otras verdades del TDAH"

Resumen del artículo "Las otras verdades del TDAH". Carlos Alós (Psicólogo) y Coral Ruiz (Optometrista comportamental) argumentan que el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad está sobremedicat

En Cataluña unos 20.000 niños diagnosticados de TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) van cada día a la escuela medicados con psicoestimulantes, lo que representa casi un 3% de los alumnos de primaria y secundaria. Y esta cifra va en aumento a un ritmo considerable.

El término TDAH ha pasado al vocabulario escolar cotidiano y cualquier niño rebelde, con malas notas o despistado, tiene muchas probabilidades de acabar tomándose una pastilla antes de ir a la escuela.

En un programa radiofónico reciente en el que se hablaba sobre el TDAH (en Cataluña Radio en 2012) el Doctor Paulino Castells (destacado especialista en este tema) manifestaba que en su opinión el TDAH se sobremedica. Un contertulio, padre de una niña con TDAH, rebatió la opinión del Doctor Castells indicando que en un congreso reciente en el que habían participado 60 especialistas, se había llegado a la conclusión de que sólo se medicaban el 10% de los niños con TDAH. Si esto fuera así, resultaría que en Cataluña la cifra de niños con TDAH, sería, ni más ni menos que de 200.000. Uno de cada tres!

¿Tan mal lo está haciendo la "madre naturaleza" que millones de niños en todo el mundo necesitan tomar pastillas diariamente para poder poner atención?

A través de los medios de comunicación está transmitiendo la idea de que el TDAH es una alteración que se puede diagnosticar con total certeza. Que si bien no tiene cura, existe tratamiento de los síntomas, principalmente farmacológico, y que los niños que lo padecen sólo conseguirán una escolaridad adecuada si reciben su medicación diariamente. También se señala que los efectos nocivos de los medicamentos son mínimos y perfectamente controlables.

Pero cuando se revisa con objetividad la literatura médica y se tienen en cuenta los intereses económicos que se mueven alrededor de esta "patología" (8.000 Millones de dólares anuales, sólo en Estados Unidos) están serios interrogantes. Si hablamos con rigor, hoy en día no existe ninguna condición bioquímica o genética que determine de manera inequívoca la existencia del TDAH y hay además la clara evidencia de que se está diagnosticando de manera errónea (un 74% de error según un informe del Gobierno Vasco, 40% según un estudio de la Universidad de Sevilla).

Tampoco está demostrado que los niños medicados tengan a largo plazo mejores resultados escolares.

Sobre la bondad de la medicación, basta con leer los prospectos para darse cuenta de que los efectos secundarios inmediatos son numerosos y preocupantes, sin contar con los efectos a largo plazo, que son muy poco conocidos.

Las numerosas causas del TDAH
Un niño puede presentar déficit de atención por numerosas causas diferentes al TDAH. Alteraciones en el desarrollo psicomotor, disfunciones visuales y auditivas, déficits en algunos elementos nutricionales esenciales, situaciones emocionales, etc. Se está medicando más a los niños nacidos a finales de año (los más pequeños de las aulas) que los nacidos en enero, simplemente porque son los más inmaduros. Y aunque se dice que la causa del TDAH se genética, lo cierto es que se diagnostica con más frecuencia entre los niños de clases sociales desfavorecidas.

Nos guste o no, la medicación masiva de escolares ha puesto de moda. Las pastillas dejan a los niños atentos y quietos, en situación ideal para estar en el aula. ¿Qué precio acabaremos pagando por ello? El tiempo lo dirá.

Mientras tanto, como dice el Dr.Soufre, "la ilusión de que los problemas de conducta de los niños pueden curarse con fármacos, nos evita que, como sociedad, tratamos de buscar soluciones más complejas que serían necesarias. Los fármacos nos sacan a todos-políticos, científicos, maestros, padres-del compromiso. A todos excepto a los niños ".

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